Viajar en furgoneta
Si hay una frase que escuchamos mucho, y sobre todo ahora que hemos adquirido una nueva furgoneta camper es, CON LO QUE HABÉIS PAGADO POR ESA FURGONETA YO ME PAGO MUCHAS NOCHES DE HOTEL…
Y tienen razón, con el dinero que nosotros hemos invertido en nuestra furgoneta, hubiéramos tenido para muchos viajes. Y entonces, ¿Por qué la furgoneta camper?
La respuesta es simple, porque nos gusta viajar con ella. Y es que no hay más. Esto, no quiere decir que no vayamos a viajar de otra forma, porque también nos gusta hacer otro tipo de viajes.
Si hace unos años, alguien nos hubiera dicho que, nuestra forma preferida de viajar sería con la furgoneta, le hubiésemos dicho que estaba loco. Pero, desde que empezamos, nos ha enganchado tanto que, ahora estamos deseando salir con ella a recorrer kilómetros.
Entendemos, que alguien que nunca haya viajado de esta forma, tenga una imagen diferente a la que tenemos los que viajamos con nuestra furgoneta. Y, digo furgoneta, como autocaravana.
Seguro que te estarás preguntando cual es la razón por la que viajamos así, y es que son tantas … pero, para nosotros, estas son las más importantes:
Libertad
Es la primera y la más importante. Aunque antes de hacer el viaje ya hayas planificado la ruta, siempre tienes la posibilidad de cambiarla. Cambiar rutas, horarios, lugares, actividades,… puedes variar todo en cualquier momento. A veces no solo porque quieras, sino porque te veas obligado.
Por ejemplo, puedes haber planificado dormir en un lugar y cuando llegas no ser posible. También, puede que durante el viaje, alguien te recomiende otros lugares que no tenias pensados y en el momento cambies la ruta.
Además, tienes más libertad con los horarios. En un hotel tienes horarios para desayunar, comer, cenar,… En cambio, viajar en furgoneta te da libertad para hacerlo cuando tú quieras.
Viajar con mascotas
Otra gran ventaja, poder viajar con tu mascota y no tener que dejarla o quedarte sin viajar. Por suerte, cada vez hay más alojamientos que admiten mascotas y más restaurantes, tiendas, medios de transporte, … que son pet friendly.
Pero, como todavía encontramos muchas dificultades en muchos sitios, de esta forma, nuestra mascota podrá acompañarnos allí donde vayamos y disfrutaremos del viaje junto a ella.
Contacto con la naturaleza
Aunque cada vez nos encontramos con más limitaciones, a veces justificadas y otras en las que no encuentras la lógica, poder acampar rodeado de naturaleza es algo increíblemente maravilloso.
Dormir sin ruido, o escuchando animales, o las olas del mar, y despertarte sin tener horario para desayunar es algo que normalmente en los hoteles es difícil tener.
Vida en pareja
Con nuestros horarios de trabajo, tenemos épocas en las que no coincidimos mucho, así que, cuando viajamos en la furgoneta, nos gusta poder disfrutar de ese tiempo juntos cocinando, organizando el día, haciendo compra,…
Cuando viajas en furgoneta es como si estuvieras en tu casa, así que nos sentimos más cómodos que en un hotel.
Desconexión
Normalmente, todo lo que hacemos en la furgoneta lleva más tiempo que lo que hacemos en casa. Por ejemplo, si en casa ducharte te lleva media hora, en la furgoneta ese tiempo se duplica. Cocinar también lleva mucho más tiempo que en casa, incluso hacer la cama.
Por ello, mientras viajamos con la furgoneta, apenas nos queda tiempo para conectarnos a internet o para pensar en otras cosas. Dedicamos todo el día a pensar en la ruta, hacer las tareas que necesites y buscar dónde dormir.
Conocer gente
Normalmente, con nuestros viajes en furgoneta, solemos hacer mucha vida fuera de ella, cocinando, comiendo, descansando, … y, en muchos sitios, coincidimos con otras personas que también están viajando en campen.
Además de conocer otras personas, intercambiamos información con ellas sobre qué visitar, rutas a seguir o sitios donde dormir.
En el mundo camper hay gente increíble, aunque, como en todo, siempre encontrarás alguna excepción, pero en general, te encuentras con personas que te ayudan, que cuidan el medio ambiente, que respetan los animales, que respetan el lugar donde están,…
En nuestro viaje a los Castillos del Loira, un día llegamos muy tarde al camping. Este, era municipal, y cuando llegamos la recepción estaba cerrada, pero una persona que estaba en la entrada nos dijo que buscáramos una parcela libre y nos instaláramos.
Ese día necesitábamos electricidad para cargar los aparatos electrónicos pero como la recepción estaba cerrada y no llevábamos el enchufe que tienen las autocaravanas, no podíamos conectarnos.
Junto a nosotros, teníamos una pareja con su autocaravana. Sin nosotros pedirles nada, nos ofrecieron conectarnos a su autocaravana para poder tener electricidad.
Sin hablar el mismo idioma, ellos eran franceses, nos comunicamos y tuvimos la oportunidad de poder conocernos.
Recordamos, también, que estando aparcados en el aparcamiento del Castillo de Usse, un hombre mayor comenzó a hablarnos, él no sabia ni español ni inglés, y nos contó el largo viaje que estaba haciendo por todo el mundo con su furgoneta. Sacó su álbum de fotos y nos enseñó todos los lugares que había visitado.
Es una suerte poder encontrarte con personas que de una forma o de otra te marcan, demostrándote que hay gente buena, valiente, que disfruta de la vida a pesar de sus problemas, que te enseña que no hay límites por la edad o por el idioma, a valorar cosas que no valoramos,…