
Diario de un viaje a la Antártida – Día 6
Día 6, el tiempo vuela, vuela demasiado rápido. Nos gustaría que fuera más lento, sabemos que esta puede ser la única vez que tengamos la oportunidad de viajar a la Antártida, nos gustaría disfrutarlo con más calma.
13 de Enero de 2025 – Día 6
Suena la alarma a las 6,30 horas, ayer por la noche me metí más tarde a dormir, la puesta de sol fue tan loca que no llegaba el momento de bajar a dormir. Y claro, hoy cuesta levantarse, pero solo hay que pensar en que tenemos que hacer más desembarcos, es la mejor manera de quitar la pereza y saltar de la cama.
Hoy quería ser la primera en subir a cubierta y pasar un rato en silencio disfrutando del paisaje. Cuando subo veo que no he sido la única que ha pensado así, pero vamos que los dos queremos lo mismo así que nos miramos y sin decir nada, a lo nuestro. Me hago un té y salgo fuera, el sol luce con ganas y el paisaje, indescriptible.
Cielo descubierto, -1º C, olas de 0,5 metros y 19 nudos de viento O. Disfruto del paisaje y del té antes de bajar a desayunar, la gente ya esta animada y la calma se ha esfumado. Estamos en el segundo turno para el desembarco, hasta las 9,10 horas tenemos tiempo para pasear por el barco.
A las 9 ya estamos preparados, bajamos a desinfectar nuestras botas y vemos que hoy los desembarcos están con retraso, pero no nos dicen mucho sobre ello. Bueno, nosotros a lo nuestro, hablar con alguien por aquí, una foto por allí, y así hasta que por fin nos montamos en la zodiac.
Ahí vamos, a toda velocidad hacia la orilla, los trozos de hielo chocan contra la zodiac, hay tantos que a veces no hay hueco y tenemos que navegar sobre ellos. Impresiona el sonido que sale cuando se chocan contra nosotros, parece que la barca no aguantará. Casi estamos y ¡¡¿¿ Qué es eso que vemos??!! Un pingüino enorme!! Y el pingüino tiene un cartel en la mano, pero desde donde estamos todavía no se distingue que pone… Por fin llegamos a la orilla y leemos el cartel: ¡¡¡ Welcome to the Continent !!! Espera, ¿¿¡¡ En serio!!?? Estamos pisando el continente, hasta ahora solo habíamos desembarcado en islas, pero ahora estamos en el Continente.
Concretamente estamos en Punta Vidt, en Bahía Paraíso, desde donde vemos la Base Argentina Brown. El lugar donde hemos desembarcado es muy pequeño, una playa de piedras negras, que únicamente podemos recorrer de punta a punta. A pesar de ello estamos muy emocionados, a un lado tenemos un glaciar que acaba en el mar, hay tres pingüinos Papua entreteniéndonos y alguna foca Weddell. El hielo flota en el agua, hay algún trozo por la orilla, el paisaje es muy loco.
Llega la hora de volver al barco, y esta vez no nos da tanta pena irnos, que emoción volver a navegar sobre los trozos de hielo que hay en el agua. Ademas del sonido que hace al golpear la zodiac, parece que el hielo cruje en el agua. Todo esto es demasiado, tanto que cuesta asimilar todo lo que estamos viviendo, viajar a la Antártida esta siendo una locura.
Llegamos al barco con tiempo para quitarnos alguna capa, tomar un te caliente y sin darnos cuenta ya ha llegado la hora de comer. Parece que estamos todo el día en el restaurante. Siempre comemos muy temprano, pero luego sobre las 16,30 horas nos traen algo para picar, algo dulce y algo salado. Ademas siempre tenemos fruta disponible, plátanos y manzanas normalmente.
Por la tarde, ya estaban bajando las zodiac al agua para hacer una navegación por Caleta Skontorp, cuando el tiempo empezó a empeorar y los bloques de hielo comenzaron a moverse demasiado. Es lo que tiene viajar a la Antártida, el tiempo cambio en segundos, y la zona ya no era segura para la navegación, por ello se tuvo que buscar una opción B.
Primero deciden hacer una navegación escénica por Seno León y el Canal Neumayer. Entre montañas repletas de nieve a ambos lados, avanzamos despacio junto a enormes témpanos de hielo. Es alucinante el color que tienen algunos y su tamaño, y eso que solo vemos el 10%. Nos cruzamos con un velero, eso si que tiene que ser una experiencia brutal, recorrer la Antártida en un velero, a tu aire.
Llegamos a la zona donde han decidido hacer el desembarco, Punta Damoy en Isla Wiencke. La temperatura ha subido dos grados con respecto a la mañana, pero esta nublado. El desembarco será húmedo, bajamos en el agua de una playa de rocas de color negro. Es una pequeña bahía donde el mar está muy calmado, hay dos veleros anclados en esta zona. El paisaje es espectacular y no estamos solos, vemos a tres personas esquiando.
Primero cruzamos la playa para llegar a una zona donde hay pingüinos Papua y una foca Weddell. Los pingüinos están tranquilos, van y vienen al agua mientras incuban sus huevos en sus nidos. Aquí podemos ver muy bien como construyen sus nidos, hay muchos, y también como se roban las piedras unos a otros. ¡¡ Qué sinvergüenzas !!
Estamos un rato observándolos y en lugar de volver por el mismo sitio, volvemos por la nieve. Llegamos a dos refugios. Uno de ellos pertenece al gobierno argentino y solo puede usarse en caso de emergencia, no podemos entrar a verlo. El otro, pertenece al gobierno británico y ha sido restaurado, ahora es un lugar histórico. Podemos pasar a verlo, pero solo de 10 en 10. Dentro hay utensilios que tienen bastantes años como raquetas, comida, ropas, revistas,… Bajo el refugio, tres pinguinos Papua.
Desde aquí ya solo nos queda descender a la playa por la imponente capa de hielo que tiene la playa. Una vez en la playa esperamos nuestro turno para montar en la zodiac, mientras nos entretenemos con los pingüinos que entran y salen del agua. No nos cansaríamos nunca de observarlos, es muy entretenido e interesante, ojalá poder viajar a la Antártida más veces.
La vuelta al barco es como siempre, desinfectamos las botas, nos quitamos capas de ropa y tomamos algo caliente en el salón hasta la hora de cenar. También tenemos nuestra reunión diaria en la que nos recuerdan los lugares que hemos visitado y animales que hemos visto. Ademas nos cuentas lo que está pensado para mañana, que tiene muy buena pinta, y que dependerá del tiempo. Ya solo nos queda dormir para estar descansados y poder darlo todo mañana.

