
Diario de un viaje a la Antártida – Día 4
11 de Enero de 2025 – Día 4 Isla Decepción
👀 ¡¡¡¡¡ Tierra !!!!!, ¡¡¡¡¡ Tierra a la vista !!!!! 👀
Muy temprano, no son ni las 7,30 horas, por fin vemos tierra, estamos cerca de las Islas Shetland del Sur. Que alegría saber que hemos dejado el Pasaje de Drake y ahora el mar es como una balsa, el barco no se mueve nada. Miro por la ventana y veo mi primer iceberg pasar junto a nosotros, ¡¡¡ Iceberg !!! Nos vestimos lo más rápido que podemos y subimos a todo correr a cubierta. ¡¡¡ No me lo creo !!! Estamos en la Antártida y estamos rodeados de hielo, es tan alucinante …
La temperatura ha bajado un poco en comparación con los días anteriores, 2 grados centígrados. El cielo está cubierto, las olas son de 2,5 metros y el viento de 13 nudos NNO. Se escapa alguna gota de agua, pero si hay que mojarse para disfrutar del momento, pues nos mojamos. Estamos en Isla Decepción y vamos a disfrutarlo como sea.
Espera, ¿¿¡¡ Qué es eso que se mueve en el agua??!!, ¡¡¡¡ Pingüinos !!!! 🐧 Un grupo de pingüinos nadando y saltando en el agua, son tan pequeños desde el barco. No son grupos muy grandes pero nadan muy rápido.
Estamos cruzando por el estrecho MacFarlane, situado entre las islas Livingston y Greenwich, mientras realizamos una navegación escénica y nos vamos acercando a Isla Media Luna y al cerro Edimburgo. En esta isla hay una estación de investigación argentina, Base Cámara.
El cerro Edimburgo es un basalto columnar originado al enfriarse la lava dentro de una chimenea volcánica.
A pesar de la emoción, por megafonía nos avisan que tenemos que ir a desayunar. Poco a poco vamos llegando todos al restaurante, cuesta un poco meterse dentro con las vistas que tenemos fuera. Menos mal que el restaurante tiene ventanas y podemos ir disfrutando del paisaje. Nos sentamos con una pareja de Ohio y mientras nos tomamos un café bien calentito, charlamos un poco y así nos vamos conociendo, que hasta ahora no hemos conocido mucha gente.
Bajamos a nuestro camarote para ducharnos, desde el día 8 no nos hemos duchado, así que estamos deseándolo. Entre el café y la ducha caliente nos sentimos como nuevos, recogemos nuestro camarote, es pequeño y mejor tenerlo ordenado, y nos subimos a cubierta para seguir disfrutando de la navegación desde fuera.
A las 10,30 horas tenemos una reunión para explicarnos lo que haremos por la tarde. Nos informan del punto que han elegido para desembarcar, también nos dicen que comeremos media hora antes que el Día 3 para poder disfrutar de la entrada a este lugar. Hasta la comida tenemos tiempo libre, aprovechamos para conocer al grupo de españoles que estamos en el barco, también a dos chilenas y una familia argentina.
Como nos habían dicho, media hora antes de lo habitual, a las 12 nos llaman por megafonía para comer. Lo hacemos a toda velocidad porque en una hora vamos a entrar a Isla Decepción, donde haremos nuestro primer desembarco, por el paso Fuelles de Neptuno.
Isla Decepción es el cráter de un volcán activo, su caldera se lleno de agua por una abertura que se llama Fuelles de Neptuno, debido a que el viento al entrar por este lugar al cráter se acelera mucho. La última erupción del volcán fue en 1970, la actividad geotérmica esta presente, se puede ver como sale humo de la tierra, incluso se han registrado temperaturas del agua del mar de hasta 70 grados centígrados.
Son las 13,01 y el barco está posicionado para cruzar los Fuelles de Neptuno. El día esta bastante nublado y la isla no se ve muy bien, apenas tiene nieve, y entre el gris del mar y el gris de las nubes se distingue algo de tierra negra. El barco está rodeado de pingüinos barbijo saltando en el agua y se escapa algún copo de nieve, el barco comienza la entrada.
Aquí el agua cambia de color, se ve más verdosa, incluso la roca tiene una línea verde donde rompen las pequeñas olas. Ya estamos dentro, en Puerto Foster, un puerto natural protegido por las paredes del cráter perfecto para hacer desembarcos en varios lugares.
Nosotros en esta ocasión vamos ha desembarcar en Bahía Balleneros. Corremos a nuestro camarote porque estamos en el primer grupo de desembarco. A las 14 horas tenemos que estar en la parte trasera del barco preparados para montar en la zodiac, en este caso en un desembarco húmedo, nos mojaremos los pies.
Hay dos tipos de desembarco, húmedo o seco. Cuando nos avisan de que el desembarco será húmedo quiere decir que el primer pie lo pondremos dentro del agua, y cuando es seco, que no nos mojaremos, por ejemplo, bajando sobre una roca que está por encima del agua.
Comenzamos a vestirnos para lo que utilizamos tres capas, la primera con una camiseta y unas mallas térmicas. Encima de las mallas ponemos unos pantalones impermeables, y encima de la camiseta térmica un forro polar y una cazadora impermeable y cortavientos. En los pies dos pares de calcetines y unas botas de agua altas metidas por debajo del pantalón impermeable. Esto hace que en el desembarco húmedo no nos entre agua dentro de las botas de goma, aunque el pantalón se moje.
Llegamos a las dos y ya hay bastante gente esperando, somos de los últimos del grupo A. Nos ponemos el chaleco salvavidas y desinfectamos nuestras botas para no llevar nada al lugar de desembarco. Además también es imprescindible llevar gorro, guantes y gafas de sol. En este momento la temperatura es de 0º centígrados, olas de 0,5 metros y viento de 8 nudos NO. No hace tanto frio como esperábamos en la Antártida.
Estamos muy nerviosos, nos da miedo caernos al agua desde el zodiac y además es la primera vez que vamos a pisar la Antártida. El desembarco es fácil, lo hacemos como nos lo explicaron y después de meter la pierna casi hasta la rodilla en el agua, ¡¡¡¡ Estamos pisando la Antártida !!!! Que emocionante ha sido este primer momento. La orilla es negra, se hunden un poco los pies, las piedras son pequeñas y sale humo, se nota que debajo hace calorcito.
Estamos esperando a la última barca de nuestro grupo y de repente vemos dos bultitos corriendo hacia nosotros desde tierra. ¡¡ Pingüinos !! que pasada, ¿vendrán a darnos la bienvenida o les podrá la curiosidad? Poco a poco se van acercando a nosotros, de vez en cuando se paran y disimulan mirando hacia otro lado, que bonitos.
Para que te hagas una idea, son las 14,30 horas, más o menos nos ha costado media hora desembarcar a la mitad de pasajeros del barco. Hay varias zodiac que van y vienen para traernos a todos hasta la orilla, pero una vez que estamos el primer grupo, empezamos a caminar por la isla.
En Bahía Balleneros, se encuentran los restos de lo que hace un tiempo fue la Compañía Ballenera Noruega Hektor. Pasamos por los tanques, calderas y edificios de madera que están muy deteriorados por el clima antártico. Dentro de los edificios hay nieve derritiéndose. Pasados estos edificios hay un cementerio de dos cruces y seguido un cobertizo británico que además tenía dos pistas de aterrizaje. Este lugar se utilizaba para abastecer a otras bases y también para hacer fotografías desde el aire para confeccionar la cartografía del continente.
Desde aquí ascendemos unos 100 metros hasta el Cerro Ronald, desde esta chimenea lateral del volcán disfrutamos de unas vistas panorámicas de Isla Decepción, bueno de las que nos dejan las nubes. A ratos llueve, a ratos nieva, pero aunque nos estemos mojando estamos disfrutando mucho de este lugar. Arriba nos reunimos los dos grupos y juntos comenzamos a descender para llegar hasta donde nos dejaron las barcas. Una parte del equipo tienen preparado un punto para que los que quieran se den un baño en las frías aguas de la Antártida, nosotros nos montamos en la zodiac y volvemos al barco para secarnos y poner la ropa a secar también.
En cuanto estamos todos en el barco nos reunimos en el salón para hablar de lo que hemos hecho y de los planes que hay para mañana. Mientras, el barco realiza una navegación escénica por Puerto Foster, desde donde podemos ver la Base española Gabriel de Castilla y la argentina, Decepción. El barco vuelve a cruzar los Fuelles de Neptuno para abandonar Isla Decepción y continuar hacia otro destino.
El barco esta inundado de emoción y la gente esta alborotada. Cuando nos avisan por megafonía, nos acercamos a cenar al restaurante, después nos reunimos un rato en el salón antes de ir a dormir, que llegue cuanto antes el siguiente desembarco.

