
Diario de un viaje a la Antártida – Día 1
¡¡ Por fin !! Por fin ha llegado el día, el día con el que he soñado tantas veces. Con este viaje vamos a conseguir los dos visitar dos lugares que tanto queríamos, Fermin, Argentina, y yo, la Antártida. Siempre que veía un documental en televisión sobre la Antártida, pensaba que era un lugar al que nunca podría llegar. Todavía no me creo que estemos hablando sobre nuestro viaje a la Antártida. Tal vez por eso de que lo que vemos inalcanzable lo deseamos más, o porque me encanta la naturaleza y me atraen todos los lugares donde se puede disfrutar de ella y ver animales en total libertad, la Antártida era el lugar que siempre tenía en mente.
Día 1 del viaje a la Antártida – 8 de Enero de 2025
Nos levantamos en el hotel de la ciudad de Ushuaia sin prisa y subimos al restaurante del hotel a desayunar. El restaurante se encuentra en la última planta del edificio y tiene una cristalera desde la que se puede ver todo Ushuaia y las montañas que la rodean, incluso el glaciar Martial. Nos acercamos a una mesa junto a la cristalera con vistas al océano, y ¡¡ahí estaba!! El Ushuaia, el barco que en unas horas nos llevará de viaje a la Antártida. No solo esta él, hay otros dos cruceros y un barco de pesca, parecido a él, pero de color rojo. En comparación con los otros cruceros, el Ushuaia parece un barco de juguete.
Pero el Ushuaia no es un barco cualquiera, tiene su historia. Fue construido en EEUU para la Agencia Norteamericana de Investigaciones Oceánicas y Atmosféricas con el nombre de Researcher. Posteriormente, el barco fue reacondicionado para poder destinarlo al turismo. Durante esta remodelación, se encontró una estancia oculta en la que había documentación que demostraba que el barco había sido utilizado por la CIA para el espionaje en Cuba. Además el barco tuvo un golpe el 4 de Diciembre de 2008, contra una roca en la bahía Wilhelmina, teniendo que ser evacuado de la Antártida por el AP-41 Aquiles de la armada chilena.
En la actualidad, el barco tiene 49 cabinas en las que pueden viajar hasta 90 pasajeros. Además tiene un restaurante, una sala para conferencias y un gran salón para reuniones y entretenimiento. También tiene una sala de enfermería. A pesar de no ser tan grande como un crucero, el barco tiene todo lo que se necesita para viajar a la Antártida, además al ser tan pequeño es muy acogedor.
Después de desayunar preparamos el equipaje. Como llevamos ropa para todo tipo de clima, cambiamos la organización de la maleta. Ahora toca poner toda la ropa de verano en el fondo y la ropa de invierno arriba para tenerla a mano.
A las 15,30 horas nos presentamos en el puerto de Ushuaia, enseñamos la tarjeta de embarque y pasamos con nuestro equipaje hasta donde estaba el barco. Cuando llegamos ya hay bastante gente en la cola esperando para embarcar. No hemos dicho, pero en este barco hay dos idiomas, el español y el inglés. Mientras estamos en la cola, se ponen detrás nuestro una pareja española, así que empezamos a hablar con ellos durante la espera. A las 16,00 horas, empiezan a preparar el embarque. Primero mientras pasan lista nos dan el número de nuestro camarote, el 420, y nos etiquetan el equipaje con ese número. Una vez que todos tenemos el equipaje identificado, comenzamos a embarcar. Antes de subir al barco, dejamos el equipaje más pesado para que ellos lo traigan hasta nuestro camarote.
Muy emocionados entramos al barco y lo primero que hacemos es buscar nuestro camarote para dejar el resto de cosas y ponernos cómodos antes de subir al salón principal. Mientras estamos en el camarote nos traen el equipaje más grande y conocemos a la persona que se encargará de nuestro camarote.
El camarote es pequeño pero suficiente para dos personas. Tenemos dos literas para dormir, una pequeña ventana, un lavabo con espejo, un escritorio y un armario. El baño lo compartimos con otro camarote. Hoy se hace un poco lio, abrir el cerrojo de nuestra puerta, entrar al baño y poner el cerrojo de la otra puerta y cuando sales acordarte de abrir el cerrojo del otro camarote y cerrar el tuyo. Bueno, imaginamos que nos acostumbraremos enseguida.
Nerviosos y emocionados dejamos nuestro camarote y subimos al salón de la cubierta. El día esta nublado, parece que quiere llover pero de momento aguanta. No hace mucho frio en Ushuaia, unos 10 grados, pensábamos que el tiempo en esta ciudad sería más frío. Cuando todos estamos reunidos, comienza a presentarse la tripulación, además nos explican las instalaciones del barco y nos cuentan como será el viaje y como se organizan las actividades, charlas, comidas, …
A las 18,00 horas, nos ofrecen canapés y champan, brindamos y el barco suelta amarras. Despacio nos alejamos del puerto de Ushuaia, salimos para verlo. Empieza nuestra travesía hasta la Antártida a través del Canal de Beagle. Pasado un rato, el líder de la expedición nos vuelve a convocar en el salón para darnos una charla sobre seguridad y nos avisa que en un rato tendremos un simulacro de emergencia.
Todos estamos muy emocionados y nerviosos, se nota en el ambiente. Todo el mundo sale fuera, entra, va de un lado a otro, todos queremos llegar a la Antártida. Pero primero el simulacro de emergencia. Bajamos a nuestro camarote y esperamos hasta oír la señal. Cogemos nuestros chalecos salvavidas, están sobre el armario y subimos al salón. Esta lloviendo bastante así que en lugar de salir fuera, hacemos todo el simulacro dentro.
Tras el simulacro, aparece el capitán del barco. Se presenta y nos explica la situación de la travesía y el plan que tienen pensado. Una vez que salgamos del Canal de Beagle, debemos cruzar el temido Pasaje del Drake o Mar de Hoces para seguir con el viaje a la Antártida. No trae buenas noticias. En estos momentos el Pasaje del Drake tiene unas olas de 10-12 metros, por ello deciden esperar en el Canal de Beagle a resguardo y esperar a que las olas tengan menos altura. Esto retrasará la llegada a la Antártida, pero tendremos más seguridad. Debido al paso que vamos a tener, nos explican algunos puntos de seguridad muy importantes para que todo vaya bien:
- No podremos ducharnos mientras crucemos el Pasaje de Drake. El barco se moverá mucho y podemos caernos.
- No poner la mano entre la puerta y el marco. Tenemos que tener las dos manos en la misma cara de la puerta.
- No podemos llevar chancletas. Tenemos que movernos por el barco con calzado que nos sujete el pie.
- No podemos andar por el barco con algo en las manos, tenemos que llevar las dos manos libres en todo momento para poder sujetar los agarraderos del barco.
- Asegurar todo el equipaje para que no se mueva y se rompa o nos golpee a nosotros.
El capitán se despide y nosotros pasamos al restaurante a cenar. El comedor tiene varias mesas de 4 personas cada una. La cena es un menú cerrado que consta de dos platos más el postre. Yo pido opción vegetariana que la intentan igualar lo máximo posible al menú. Terminamos de cenar y pasamos un rato al salón. Todavía hay luz en el exterior, en este punto no oscurece del todo por la noche, así que aprovechamos para salir y tomar un poco el aire. Nosotros damos el día por finalizado y nos vamos a dormir con la esperanza de que la situación del Pasaje de Drake mejore y podamos avanzar para llegar cuanto antes a la Antártida. Ante la previsión de movimiento del barco tomamos pastilla para el mareo, una cada doce horas. Antes de dormir, organizamos bien todo el equipaje para evitar que se mueva.

